Uno se encuentra las cosas más lindas en los momentos más inesperados.
Ahorita tendría que estar muriendo por terminar parciales, pero no dejo de pensar en esta canción y eso es una buena señal. La historia: hace un mes fuimos a la playa con una de mis mejores amigas y sus dos mejores amigos, Geova y Elías. En el camino, me costó mucho disfrutar y sentirme cómoda porque no dejaba de pensar en todas las cosas que tenía que estar haciendo. No sé cómo acepté ir si sabía todo el tiempo que iba a perder, todo el trabajo en el que me iba a atrasar.
Está de más decir que no me esperaba un día tan alegre.
De regreso, nada bueno en la radio así que todos cantamos. En un momento Elías, quien vive en Estados Unidos, empezó a cantar una canción. Todos nos quedamos callados y se sintió una tranquilidad tan increíble. La cantó completita, yo le pregunté qué era eso que acababa de escuchar.
Su historia: Geova encontró esta canción de Perotá Chingó y, siendo él un poco chinito, le comentó a Elías diciéndole "Quisiera tener una novia para que se la aprendiera y me la cantara". Elías se la aprendió y se la canta desde entonces (: porque un buen amigo en la vida es lo único que se necesita.
Otro día escribo sobre el grupo, ahora solo hay que escuchar la canción tan linda.
