domingo, 29 de abril de 2012

"Forget", álbum - Twin Shadow.

La música es vida. Inevitablemente será asociada con nuestros recuerdos, con todo lo que nos sucedió. Lo lindo es que depende de cada individuo darle el título de bendición o maldición.

Antes de empezar a divagar (siempre hay demasiados pensamientos asociados a las canciones), debo plantear los elementos principales a tratar: las cosas inesperadamente maravillosas y la conexión que tiene la música con nuestras experiencias personales.

Hace tiempo conocí, a través de Safari Volvo (banda salvadoreña y muy recomendada), el término del lo-fi. Y fué risible que me atrajera tanto, musicalmente hablando siempre he aborrecido la década de los 80. Si la relación no es obvia: en mi opinión, el sonido lo-fi nos pone un blazer azul con hombreras, mallas, flats, pelo de Madonna, un trago flourescente en la mano y descarademente nos transporta a un club neoyorquino, moviendo la cabeza en pleno 1987. El punto es que el año pasado atravesé por una etapa de mucho rock, entonces estar enamorándome de repente de un sintetizador es algo muy serio. Pero se escuchaba apropiado, era debido.

Y nada, iba yo por la vida riéndome de los 80 y viene un muchachito a recomendarme "Forget", el álbum de Twin Shadow. Una epifanía musical inesperadamente maravillosa. Que la recomendación no se limitara a una canción ya decía muchísimo. Y lo mantengo: RECOMIENDO EL ÁLBUM ENTERO. En secuencia real, escuchando cada nota, leyendo cada letra. Viviendo la fucking historia del Forget.

Twin Shadow es básicamente una banda que surge en New York, vocalmente liderada por George Lewis Jr. El estilo del cantante impacta visualmente, pero es la esencia melancólica la que lo dice todo. Ahora, es importante remarcar mucho que todo esto era desconocido para mí. No sé el contexto en el cual surge este pedacito de cielo. Digo, se puede investigar sobre la banda, supongo que por recorrido natural he encontrado ya los antecedentes o incluso los principales exponentes que han adoptado este mismo estilo de grabación, pero no suenan igual y mataría por saber como fué el (re)nacimiento de ésto que enamora mis oídos todos los días.

En fin, hablando de la secuencia: creo que con cada canción se está en presencia del mensaje más subliminal. No te hacen dibujitos de lo que sucedió pero entendés la historia porque la entendés. La vivís o te la inventás, pero te asegurás de haberla entendido. No es de escuchar una vez, obviamente es de repetir y repetir hasta que vas imaginando la situación "desamor/amor en mal momento" de éste ser emocionalmente unavailable, que sabe que ha hecho daño y hasta cierto punto entiende que las cosas no están saliendo como tenían que ser. Personalmente, las letras me matan. Son sencillas, no incluyen mil versos, pero dicen tanto. Gritan como locas. Y aquí, con las letras es que asocio mi relato personal con el segundo factor que mencionaba: la conexión de la música con las experiencias.

Tres meses han pasado ya desde que escuché el Forget por primera vez y no deja de sorprenderme. Digo, es normal sentirte identificada con una canción, es el objetivo de la música: producir sentimientos. Pero nunca había visto una historia real tan reflejada en una letra. No quiero hablar de mi vida y ponerme en contacto con mi odiosa teen blogger, pero quiero contar que lo que me impresionó tanto fue que éste álbum lo viví totalmente, como espectadora, pero me confirmó que "pasa en las películas, para en TNT"... pasa en la vida real. Y me dejó helada, saber que se puede entender tanto a otro ser humano si sólo te das el tiempo de escuchar lo mismo... esa cualidad de comunicador mundial que tiene la música, no saben lo poderosa que es. Descubrir esto, así tan potenciado, me marcó. Él me marcó un poquito también, pero eso es algo más.

Regresando al disco, no me siento ni digna de criticar la música. Pero en todo caso, me parece que todos los elementos se acompañan tan acertadamente. En la mayoría de los casos son melodías alegres, en general son colores neón, brillitos y spandex por todos lados que no logran ahuyentar del todo el sentimiento de nostalgia que aportan las letras. Y eso me parece simplemente genial, puedo llorar por lo que canto mientras lo que escucho me provoca bailar. Talk about some new shit...

Es difícil elegir las recomendaciones, resulta que cuesta cultivar una preferencia cuando te das cuenta que todo es tan lindo. ¡TAN LINDO! Realmente podría hablar de todas las canciones, pero para mantenerme bajo cierto criterio resalto mis favoritas. En primer lugar siempre siempre: At my heels, porque sentir que te están hablando a vos en una canción no tiene precio. Aunque lo que te estén diciendo no sea lindo, pero me mueve demasiado. Además tiene ese momento cumbre en el que no sabés si reís, llorás o bailas como enfermo. Y esos momentos siempre son agradecidos.

Tyrant Destroyed, When We're Dancing y Tether Beat son en mi opinión las más consistentes en cuanto a historia. Evocan cierto sentimiento de culpa y añoranza por parte del autor, algo salió mal y te lo está contando. A parte que la melodía lo acompaña tan bien, se escucha y se siente.

For Now era una de las que más había subestimado, pero tiene una habilidad de proyectar sutilmente un relato, se visualiza lo que se escucha.

Castles in the Snow, Slow y Forget son para amarlas y no parar de llorar, ahora y mil días seguidos. Y ya las dije casi todas, las que no mencioné fue por no parecer tan emocionada, haha. En resumen, me encanta el disco. De las mejores cosas nuevas que han entrado a mi vida este año.

Resalto que mi aporte en esta ocasión era una especie de testimonio, les digo que la música tiene una habilidad de premonición real. Este año escuché el disco y tarán, a la semana siguiente lo estaba viviendo. Existe también un sentido de permanencia personal muy constante por parte de las canciones que más nos impactan, se encargan de tener siempre presente el momento al que te recuerdan. Reviven un suceso... todo el tiempo. Esto es lo que aún no decido si es el cielo o el infierno, pero por ahora qué importa.

Mientras el cielo y el infierno suenen tan rico, vale la pena vivir un poco de ambos.