domingo, 17 de abril de 2011

Hace un año

El paso del tiempo nunca va a dejar de sorprenderme. Tengo la tendencia a recordar mucho las fechas, a celebrar en mis adentros eventos totalmente irrelevantes y momentos especiales. Puedo decir la fecha de la primera vez que lloré porque quería estar más cerca de Dios, el día de la peor pelea con mi mamá, la primera llamada telefónica con mi mejor amiga, mi primer cigarro, el día que sospeché que mi mamá estaba embarazada, el día que empece a sentir que podía dibujar, hasta el día que me dedicaron la primera canción en toda mi vida.

Sí, de vez en cuando el tiempo se vuelve un tema de reflexión importante, especialmente al pensar en la magnitud de los cambios que ocurren (mientras éste transcurre).
Cambios, internos y externos, incontrolables, inminentes, inesperados, inevitables.
Ésto viene sucediendo desde hace años, yo tengo registro mental desde 2004.
Quizá lo que antes me sorprendía más era lo efímero que podían resultar las relaciones interpersonales.

Un amigo habla de vez en cuando de lo fácil que es para él sacar a ciertas personas de su vida; hace cuatro años, simplemente lo hubiera tomado por mentiroso. Pero de un tiempo para acá me parece una idea válida, algo natural y ciertamente lógico. La vida se compone de capítulos, gente entra y gente sale. Igual, siempre voy a pensar que éste hecho jamás debería de ser una excusa para tomarse las cosas a la ligera, para darle de repente poca importancia a una relación. No puedo seguir hablando de éste tema sin mencionar la causa principal de mi malestar: la ausencia inesperada, la ausencia indeseada (al menos no deseada por mí).

En resumen, ya no me entristece pero me sorprende como alguien está ahí "para toda la vida" y realmente es hasta que se harte o simplemente ya no sea relevante. Me molesta ser testigo de la poca importancia que le da el humano a sus palabras, la rápidez con la que sale de sus bocas y lo poco que en serio significa.
Y ya tengo sueño, y me sentí un poquito enojada, así que sigo otro día.
Espero que los recuerdos me dejen sobrevivir esta semana.
Y ya me dieron ganas de llorar /:

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